Eduardo Carrazco Zanini
Aún no han pasado 24 horas desde que se cerraron las casillas del llamado “Súper Domingo” del 4 de julio del 2010 y ya tenemos elementos que nos permiten llegar a ciertas conclusiones.
En principio todos vimos que en Oaxaca se trabajó bien y el resultado positivo se esperaba, pero para muchos de nosotros fue una sorpresa el triunfo de la Alianza en Puebla y Sinaloa, de ninguna manera se puede soslayar el hecho de que se alcanzó la victoria en tres Estados donde la población solo había sido gobernada por el revolucionario institucional. Son millones de votos que Peña Nieto ya no tendrá en el 2012, el pueblo de Oaxaca, Puebla y Sinaloa supo quitarse las amarras con las que el PRI los había sujetado por más de 80 años.
Pero cuando estábamos en eso de sentirnos bien por los triunfos, cuando daban ganas de celebrar, quisimos gritar una porra con el nombre de un perredista, pero no, no hay gobernadores electos militantes del PRD, entonces ¿que ganamos los perredistas?... la verdad solo logramos, con nuestros aliados viejos y nuevos, frenar a Peña Nieto.
¿Es poco?... para nada, muchos veían al PRD descender en caída libre después de las últimas elecciones. Esa caída, real o imaginaria, se detuvo. Seguramente los compañeros retomarán el esfuerzo militante con renovado ánimo y esperanza: SI SE PUEDE, dirá la gente, ESOS GÜEYES NO SON INVENCIBLES.
Se demostró también que las alianzas pueden dar frutos positivos ya que los votantes se unieron alrededor de una cuestión tan concreta como castigar a los gobierno malos y no alrededor de algo subjetivo como los planteamientos ideológicos. El tiempo nos ha demostrado que en realidad se necesitan gobiernos malísimos, donde la necesidad de un cambio político se imponga a la amenaza del cacique o a la necesidad urgente de comida, de un tinaco o de unos pocos pesos.
En lo municipal avanzamos me comenta Arturo Prida compañero del nacional, por ejemplo en Veracruz, informa, de 15 municipios es muy probable que pasemos a gobernar 20 y esto es una tendencia generalizada, el hecho es relevante si lo vemos desde el punto de vista de la tendencia, pero la verdad sabemos que los gobernadores tienen mucha influencia sobre la cuestión municipal y que muchas veces el amarillo de los presidentes municipales empalidece ante los designios del gobernador.
Habría otras muchas señales que nos dejó esta elección por ejemplo la candidata Xóchitl Gálvez denuncia en Hidalgo, que del Estado de México llegaron infinidad de camiones con despensas, cemento y materiales, que su casa de campaña fue allanada y los priístas le quitaron sus bases de datos con las que amenazaron a sus seguidores y le confundieron a sus representantes, que a ella misma la persiguió gente armada.
En Veracruz el senador Arturo Herviz Reyes responsabilizó al gobernador Fidel Herrara Beltrán de la muerte de dos militantes perredistas, que atropelló una patrulla; y su esposa, Julia Pérez, candidata a la alcaldía de Ángel R. Cabada, denuncia: "Estábamos en mi casa 40 compañeros de la campaña, cuando irrumpió el grupo armado con armas largas. Golpearon a ocho compañeros, hicieron que todo mundo se tirara al suelo, lanzaron amenazas de muerte y culatazos. Los priistas estaban cerca; ellos son los que ordenaron esto".
En Durango, la alianza “Durango nos Une” (PAN-PRD y Convergencia) denunció que personas encapuchadas y armadas hicieron disparos en las inmediaciones de varias casillas de la capital.
En Puebla, buen susto se llevaron el candidato Rafael Moreno Valle y su esposa. Habían terminado de sufragar cuando una treintena de jóvenes empezaron a romper los cristales de seis vehículos de la campaña del candidato y a proferir insultos contra él. La policía nunca se apareció, pero los jóvenes huyeron en taxis con logotipo de la CTM.
En Zacatecas, la alianza PRD-Convergencia dio a conocer que fueron detenidos tres vehículos con placas de Nuevo León, que llevaban en su interior cantidades cercanas al millón de pesos en efectivo para la compra de votos a favor de la alianza opositora, integrada por PRI, PVEM y Panal. También reportaron la existencia, en varias casillas, de actas apócrifas y padrones alterados.
En Tlaxcala fue la propia policía estatal la que se encargó de inhibir el voto, muchas familias recibieron llamadas de funcionarios de Seguridad Pública estatal, sugiriéndoles que no acudieran a las casillas, pues habría violencia.
En Tamaulipas Egidio Torre Cantú, candidato súbito del PRI enfundado en un chaleco antibalas y resguardado por un fuerte dispositivo de seguridad, era la viva imagen del temor esperando que el crimen organizado hiciera acto de presencia en la jornada electoral. Pero no, pareciera que se tomaron un descanso y el súper domingo fue uno de los días más tranquilos en los últimos meses… ¿será que los narcos mexicanos tienen inclinaciones democráticas?
En fin, parece que los dados están echados, la próxima gran batalla electoral será por el Estado de México donde todo hace suponer que la alianza PRD-PAN buscará obtener la gubernatura. Ojalá se logre que un perredista vaya a la cabeza, ganemos y no nos quedemos como la muleta que le permite al enfermo volver a caminar.
Para los perredistas morelenses la interrogante sigue abierta ¿…vamos a ir en alianza con el PAN? El hecho es que en Morelos la realidad es muy diferente de la de aquellos estados donde funcionó la alianza. Allá nunca fueron gobernados por el PAN, aquí llevamos 12 años sufriendo su ineptitud, sus corruptelas y sus simulaciones.
Tanto Ortega como Nava aseguran que para la elección presidencial no va a haber alianza, presumen que estas alianzas locales buscan que en el 2012 exista una competencia equilibrada, pero que cada partido llevará su candidato presidencial.
Seguramente este punto de vista funcionará en las elecciones concurrentes y Morelos tendrá un candidato perredista que el pueblo morelense apoyará.
Dirá la voz popular: vamos a darle chance al amarillo, porque ya vimos que ni el rojo ni el azul sirven.
Que brille el amarillo solito, que no le vaya a quitar claridad el azul.
