Debilidades y fortalezas del PRD de cara al proceso de refundación

martes, 15 de junio de 2010



Jesús Hernández Jiménez.

A partir del 5 de mayo inicia el proceso de afiliación del Partido de la Revolución Democrática, cada uno de los militantes tendrá la oportunidad de valorar la pertinencia de continuar siendo miembro del Partido o bien, dejar de serlo. Aquí vamos a exponer una serie de ideas a propósito de tan importante decisión. Quiero dejar claro que este documento no es propagandístico, sino por el contrario, intenta ser un análisis crítico de las razones que nos dan fundamento.

Una de las más grandes debilidades del Partido es su escasa capacidad como instituto político de poner en cuestión el desempeño de las autoridades municipales, estatales o nacionales tanto del poder ejecutivo como legislativo, particularmente lo que se refiere al cumplimiento de nuestra línea política y programa de acción. Dos ejemplos claros, la aprobación el 28 de abril del 2001 de la ley indígena en el Senado y la aprobación de la modificación del Artículo 2 Constitucional por el Congreso del Estado publicada el 11 de diciembre del 2008, dichas iniciativas contaron con la aprobación mayoritaria necesaria, lo que incluye la nula oposición de la fracción parlamentaria del Partido contra esa infamia.

También es cierto que, a contracorriente de la militancia, los órganos de dirección superior muestran cierta discrecionalidad en los procesos de insaculación interna. Ejemplo de ello en Morelos son los resultados electorales de Tlaquiltenango y Amacuzac, ningún militante dudaría que son dos claros triunfos del PRD en esos municipios y que los procesos democráticos tienden a superar diferencias.

Nuestro último proceso de cambio de dirigencia Nacional quizá es el ejemplo más claro de nuestras debilidades, máxime cuando el proceso termina en un tribunal del Estado, pasando por alto los órganos de justicia del propio Partido. Es claro que en todos estos ejemplos el PRD muestra debilidades que explican el deterioro de nuestra imagen frente a los medios y la pérdida de importantes segmentos de electores.

Pero nada más aparente que los resultados electorales. Sin dejar de reconocer nuestras debilidades es un claro error político suponer que “el deterioro de nuestra imagen” en los medios de comunicación es real, es tan falso como un billete de dos pesos y segundo, que los resultados electorales en Morelos significaron la recomposición del mapa electoral y no sólo la caída del PRD, sería muy presuntuoso querer equipara una cosa y otra.

En esta trama de omisiones, errores y falsas percepciones, que podría motivar a un ciudadano cualquiera o a un militante que se siente poco valorado a refrendar su compromiso con el Partido ¿Por qué lo haría? Pues bien, nosotros en Jiutepec, un grupo de humildes militantes consideramos que existen fortalezas, poderosas razones para no abandonar la lucha, estas son: nuestra historia, nuestros principios y nuestro proyecto.

En efecto, no ahondaremos en nuestras debilidades, son claras y obvias. Pero recordemos nuestra historia. Provenimos de un origen humilde, la conformación de Partido Comunista Mexicano por obreros y campesinos que al final de la Revolución de 1910 iniciaron el arduo camino por la transformación nacional, que decir de la represión del Estado en 1950 al movimiento ferrocarrilero, en 1968 y 1972 al movimiento estudiantil del que se nutrieron los partidos de izquierda para confluir en el movimiento de masas que convoco el PSUM después de la reforma de 1977 y que daría paso al PMS antecedente inmediato del PRD. Para decirlo más claro, miles de mujeres y hombres a lo largo de esos años no sólo padecieron la represión, dieron su vida por una transformación del país pendiente y nos heredaron esa lucha. Durante los primeros diez años de existencia del PRD se cuentan cerca de 600 los muertos y desaparecidos del régimen ¿Estos hombres y mujeres estaban locos? ¿Es inútil su lucha y su vida? En realidad ¿Los perredistas no estamos obligados a concluir la histórica tarea que todos ellos y ellas comenzaron? En verdad ¿Nuestra historia no es motivo suficiente de orgullo y de compromiso con nuestro país?

A diferencia de Acción Nacional que se declara un partido con fundamentos Aristotélico-Tomista o del Revolucionario Institucional que habla a nombre de una Revolución que ellos mismos traicionaron, nosotros hablamos desde una teoría y una práctica que busca, por encima de cualquier discurso el bienestar material, la igualdad de derechos, el justo aprovechamiento de los recursos, el respeto a la vida en el planeta y sí, la felicidad humana. En efecto somos diversos, comunistas viejos y nuevos, socialistas, socialdemócratas, ateos, humanistas de todos los signos, profecías y cultos, en fin, nuestra diversidad de pensamientos es tan real, como que nuestra búsqueda esta centrada en la realización personal, la libertad y la justicia. Todos estos principios que nos dieron origen ¿No representan nada hoy? ¿En verdad, renunciaremos a nuestros principios por el desencanto electoral o las contradicciones que nos ocupan? ¿Nuestros principios no representan algo más que tener una candidatura? ¿Acaso veremos a nuestros hijos e hijas a los ojos y les diremos que hemos renunciado a seguir luchando? En verdad ¿Renunciaremos?

Y por supuesto, para la derecha cuyo proyecto ha tenido tanto éxito que ya somos el doble de pobres hoy, que cuando asumió el poder en el 2000; para el PRInosaurios que, dijera Tito Monterroso, al abrir los ojos seguía ahí, que sentó las base de la privatización, el descrédito y la pérdida de soberanía, nosotros tenemos un proyecto de Nación y que bien, con deficiencias, errores y no exentos en algunos casos de desviaciones, estamos implementando. La reciente entrega de la pensión a 2000 adultos mayores en Jiutepec, el reconocimiento a la protección dentro del matrimonio de las familias de parejas gay, son apenas dos modestos ejemplos de que una Nación diferente es posible. Nuestro Proyecto Alternativo de Nación esta más vigente hoy que en el pasado. ¿Lo abandonaremos? Todo el esfuerzo realizado ¿Qué fue? ¿Era una broma más de los perredistas? En lugar de exigir a nuestros gobiernos y a nuestro Partido que avancen ¿Nos retiraremos? ¿Dejamos todo por que somos incapaces de superar nuestras debilidades?

El Partido somos sus militantes, sin nosotros y nosotras no habrá quien se oponga a la derecha rapaz, es cierto, tenemos profundas contradicciones, enormes debilidades, pero ¿Nuestras fortalezas no significan nada? ¿Acaso nuestra historia, nuestros principios y nuestro proyecto no significan nada? ¿Renunciaremos hoy a continuar luchando?

¿Con que lección queremos ser recordados?



CONVOCATORIA SESION DE CONSEJO ESTATAL

http://prdmorelos.blogspot.com/2010/12/convocatoria-sesion-de-consejo-estatal.html